Killian

Kiara piensa que Killian Borkan es un idiota pomposo. Killian piensa que Kiara Nasra es una estirada. En definitiva, no se tragan, y eso es algo de dominio público, pero la cosa se complica cuando Killian se convierte en el jefe de Kiara. El uno es para el otro la última persona de la que debería enamorarse, Kiara es la viuda del mejor amigo de Killian y eso es un obstáculo insalvable para él. Pero el amor no va de «deberías», el amor va de piel, de suspiros, de latidos del corazón, y cuando la atracción que sienten pone en jaque sus corazones, ambos tendrán que asumir quien es el otro y qué plan les tiene preparado el destino, porque algunas cosas no son lo que parecen. Una historia entre el odio y el deseo que demuestra que nada puede detener al amor y que el destino siempre acaba saliéndose con la suya.